miércoles, 6 de marzo de 2013

se me había olvidado las ganas inmensas que me da la noche de escribir, de leer, de saber..
me daba hambre de sabiduría, de comida, de amor...
como que la noche da apetito.
Lo había olvidado por completo, esas noches frente a la computadora se han convertido en noches frente a los amores de mi vida que consumen esas ganas de escribir aquí, son mi razón de escribir, pero no me dan tiempo de hacerlo, tengo todo un pergamino mental que necesito abrir.
Ya será en algún momento.
En esta ocasión dejo esta anécdota que me gustaría pulir en detalles después..


Ese momento ...
en el que corres una cuadra que parecen dos porque el conductor de la "calafia" no se paró por venir hablando por celular y te ignora, llegas y tocas la puerta de la "calafia" para que te abra, te sientas todo agitado... sube más gente en la siguiente parada, una chica se para a tu lado tomando el tubo de arriba con su mano, avanza la "calafia", la chica se toca constantemente la nariz, volteas hacia su cara y te das cuenta que trae un moco que cuelga en un vaivén de sus respiros, y no te puedes mover hacia ningún lado pues hay gente por todos lados y solo ruegas porque que ese moco que cuelga en una pendiente de su nariz no caiga en ti... (15 min sufriendo ese hecho....)...
..
Momentos que recuerdas con sentimiento encontrados*.

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