domingo, 11 de mayo de 2008

Temporada de aguacates.

Mija, te voy a hacer un sándwich muy rico, porque yo hago unos deliciosos con aguacate y todo mayonesita y muy ricos; cuando vayas a mi casa porque tu si eres buena, tu si me das de comer no como estos malvados que me tienen toda hambreada, sin comer ni un pedazo de carne, a puro pan y agua quieren que me alivie, pero ni agua me dan ahora que recuerdo. Mi hijo fue a pagar la luz y el agua, le di dinero y va a venir a sacarme de este infierno que no se ni como llegué. Mira mija, aquí tengo veinte dólares (era una servilleta café envuelta como unas cinco veces) te doy este dinero y otro que está tirado por aya, si mija, si ves?, por aya (como a tres metros ) ahí en donde esta ese doctor malo que me tiene sin comer, ahí debajo de sus pies esta el dinero que se me calló cuando entré, si mija todo ese dinero es para ti porque tu si eres buena, pero ve a traerme aguacates, necesito aguacates para ir a hacerte un rico sándwich en mi casa, y tengo que pagar la luz y el teléfono, te doy este dinero mija ve págalo porque si no me lo cortan y cuando tu vayas a mi casa no quiero que falte nada, ve y lo que sobre es tuyo.

Fue tanto mi delirio que me introdujo en el suyo también y tan dopada estaba, tanta era mi irrealidad que la compañía mutua, la convivencia de veinticuatro horas de una señora alucinando, me guió a revisar mas de una vez esa servilleta café que me daba y ponía en la mano apretándola fuerte para que no me la robaran, y ahí, no había nada. Nadé en un mar de dopés que entumido mi cuerpo y mi cara torcida me arrastro a la inmovilidad entera, me era un tanto trabajoso el moverme, como ola, anhelaba arbolarme y desaparecer, elevarme tanto que pudiese desaparecer de ahí. Iba ciando hacia ningún lugar.

(Acariciando mi cabello con su mano una y otra vez como si fuera un perrito al que necesitaran acariciar, como si fuera una psicóloga a la que le gusta que vengan y le echen su basura, como si me importara su vida.)

Yo soy tu tío mija, soy tu tío y no tiene nada de malo y yo me siento a gusto con mi vida. Yo soy feliz, aunque digan lo contrario mija, sé lo que dicen tus tíos y no me importa sabes porque? Pues porque yo soy feliz, soy feliz con tus primas que me tienen muy contento, y tu tía que también la quiero mucho. Puedes ir a la casa cuando gustes, ya termine de construirla, ya esta lista la alberca para que vayas un día y nades con tus primas y te lleves a tu novio. Ya terminé la casa mija, ya sabes que ahí esta mi casa con alberca cuando quieras. Pero, yo soy tu tío mija, y te quiero porque soy tu tío. Yo soy feliz con tus primas y tu tía………….(pasaron siete minutos y medio mas de…soy feliz y soy tu tío).

Es una gastritis no se porque te preocupas, es un simple dolor de estomago, quizá y este embarazada, pregúntale!. Es una gastritis, una simple gastritis de seguro no se porque exageran, solo le duele el estomago.

Mija soy tu tío, recuerda que soy feliz. La casa esta terminada. Soy tu tío y soy feliz.

Los problemas de tus tíos y yo son problemas de nosotros esta bien?. Soy tu tío.

Sin nada que decir pero bastante que querer apuñalarle, solo callé y moví la cabeza de arriba abajo como haciéndole saber que estaba de acuerdo con todo aquello que sinceramente no me interesa y nadie le preguntó. Es mi tío y no fue capaz de moverme de ahí. Es mi tío y no fue inteligente como para impedir que su sobrina conviviera y pernoctara por días en ese mundo.

(Con voz tenue y tierna)

Que edad tienes Anahí?. -18-.

Uy pero si estas bien chiquita, pero qué pasó? Porqué? Cómo?. Estás muy chiquita para que hagas eso no crees?. Aun te queda mucho por vivir, por ver. Cuéntame a ver qué sucedió?. -Pues en sí lo obvio-.

Puedes contarme mas, puedo ser tu amiga, cuéntame con confianza no diré nada. Tu cuéntame porqué lo hiciste?.- y porque no?-.

Tus papis te quieren mira aquí están, tu crees que ellos se merecen eso?. Entonces porque les haces eso?. Pero dime porque lo hiciste?. Podemos ser amigas no te preocupes por eso. Ahora dime el Porqué? Qué pensabas en ese momento? Qué fue lo primero que pasó por tu cabeza? Qué hacías en ese momento? Estabas sola? Dónde estabas? A qué hora fue? Sucedió algo antes que te llevara a hacer eso? Alguien te hizo algo? Le hiciste algo a alguien? Cómo te sentías? Te dijeron algo? Platícame por favor, te puede hacer sentir mejor. Pero porque no dices nada? Estas demasiado pequeña para hacerte y hacerles a tus seres queridos eso, no lo crees?. Has estado tomando algo?. Tienes buena comunicación con tu familia?. Bueno Anahí me retiro y pues espero y te mejores porque no mereces estar aquí así. Tengo más pacientes que atender. Cuídate mucho y espero no verte pronto por aquí de nuevo. Andaré por aquí si se te ofrece algo, te parece bien?. Adiós Anahí.

No me pidas hablar de ello porque aun hay cosas de mí que no entiendo. No seas insistente con esa situación, claro que en ese momento quise responderte todas esas preguntas que llegaron a tornarse un tanto desesperantes pero no tenía respuesta a ellas y aun no las tengo, así que no insistas, porque no hay respuestas. Anhelo tenerlas pero por mas que las busco no las encuentro, andan vagando por ahí como moléculas en el aire y no las puedo ver, se que existen y que me rodean en todo momento pero por mas que volteo a todos lados no puedo encontrarlas, las siento pero no las veo. Se que viven pero no se como darlas a conocer. No me pidas respuestas porque no te las daré.

No te pasa que cuando dices que quieres ser dentista todo mundo te comenta a cerca de sus dientes, como, mira tengo esta muela picada. Enséñame tus brazos. Mira que bonito copete. Sonríe mira que guapa te vez sonriendo. Ah mira que calladito te lo tenías pero como no ibas a estar toda feliz con el galán aquí, así hasta yo. Mírela que picara.

No, yo diría que se quedara un tiempo mas, si se va es bajo su responsabilidad.

Mas nada sin que decir solo me disponía a decir si con la cabeza y sonreír como muñeca en aparador, mas forzado que nada en aquel momento.

Con la vista borrosa y mi boca con una sonrisa que no podía quitar de la cara porque me era imposible juntar mis labios para tener mi cara en su estado normal. La medicina era tan fuerte que no podía controlar mis movimientos faciales y corporales. Parecía estar feliz, una cara que daba felicidad a quien pasaba. Con mi cabeza retorcida queriendo dar la vuelta, mi cuerpo firme y mi boca tocando la parte media de la almohada, pero siempre con esa sonrisa tan forzada que me hacia anhelar estar en casa, fue como caí en cuenta de lo que había hecho. Siempre sonriendo.

Por la noche me acompañaba de insomnios e imágenes a mi costado del Sr. Valdéz que se resistía a ser atado por las muñecas con vendas y nudos que le hacían las enfermeras. Se bajaba de la cama para querer irse a su casa y gritaba con tantas fuerzas el nombre de su esposa que quedaba ronco para la mañana.

No me quedaba otra opción que dormitar para evitar esas imágenes, pero era tan fuerte el sonido de su voz que nadie podíamos descansar. Las 4 de la mañana y con ojeras en los ojos volteaba al escuchar demasiado silencio por parte del Sr. Valdéz, y lo vi con sangre en las muñecas forzando las vendas para desafanarse de aquella prisión que no lo dejaba caminar para irse con su esposa.

Llegaban las enfermeras para recorrer las camas y pegarlas chocando una con otra porque su intención era meter una cama entre la mía y la señora de a lado. Al ver que su intento funcionó se dispusieron a poner una persona más en camilla. Bienvenido seas al infierno de las visiones, nuevo compañero.

Visitas de Flash me escoltaron en aquellos momentos.

Amarguras de doctor de mal humor, que no le importaba el estado de los pacientes, lo único que parecía interesarle era su ego.

Después de no se cuantos días y unas noches largas, llegó el momento de mi retirada de ahí para pernoctar en otro lugar.

Arriba de la ambulancia con la compañía de un joven que me hacia platica a cerca de trova y la señora de los aguacates. Comenzó a charlar a cerca de Dios y mi copete multicolor.

Mi soledad se sintió acompañada aquellos momentos en los que te veía entrar caminando y con la sonrisa retorcida, queriéndote peinar esos cabellos largos y despeinados.

Cuando vi a Jorge entrar por aquella puerta, sentí un alivio total, como si lo único que necesitara fuera su compañía. Me sentí con un aliento de esperanza.

Volteo a ver mi muñeca envuelta en tape con escritos. Me dispongo a leerlo y no encuentro otra cosa escrita que …..

Intento de suicidio*

Fué entonces cuando caí en cuenta de mi delito.